martes, 4 de noviembre de 2014

Reflexión 4 noviembre

Hemos comenzado la clase con un montón de palabras que yo nunca antes no había oído, como delicious, scoop it, slideshare... pero a medida que hemos ido investigando sobre ellas he conseguido saber utilizarlas. Después, cada grupo nos hemos subscrito a una de ellas, para dejar ahí constancia de cada paso que damos en nuestro trabajo.

Tras esto, uno de los grupos de clase nos ha pedido que realizáramos una actividad, la cuál después les serviría a ellas para elaborar su tarea. Consistía en ir por los alrededores de la universidad sacando fotos, 10 exactamente, a todos aquello que nos llamara la atención, podía ser al paisaje como tal, o a algún animal o cosa. Aunque la actividad en un primer momento nos ha parecido muy divertida, se nos ha quitado la ilusión según hemos salido por la puerta. Lluvia. Eso es lo único que nos ha preocupado cuando hemos salido. Aunque hemos ido a dar el paseo igualmente, la actividad no tenía el mismo sentido, porque hemos estado más pendientes de no mojarnos, no pisar un charco...que de apreciar el paisaje. Seguramente tendrían preparada la actividad para un periodo de tiempo más largo, pero la mayoría de nosotros a mitad de camino nos hemos dado la vuelta. Todo esto me hace reflexionar acerca de la cantidad de agentes externos que nos condicionan, entre los que sin duda está el tiempo meteorológico. Es increíble como nos puede hacer cambiar el estado de ánimo, una actividad que empezó con ilusión acabó con preocupación. Les hemos avisado de que les esperábamos en la facultad de Bellas Artes, y tras entrar en ella...otra cuestión sobre la que reflexionar. El estado de ese edificio, completamente diferente a todos los demás del campus, pero especialmente al nuestro, el de Educación. en este otro edificio hay pintadas por todas las paredes, un espacio para en el que poder fumar, unas taquillas para que los alumnos pueden guardar sus pertenencias...aquellos es otro mundo.

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