Reflexión 21 octubre

Los comienzos siempre son momentos de tensión, de dudas, de toma de decisiones, de implicación por aprender, y de otras muchas cosas que hacen que estemos nerviosos a la vez que intrigados por lo que viene. Así más o menos se puede resumir el momento en que Alaitz nos dijo que era el día de empezar a hacer nuestro propio blog. Podéis imaginaros el caos, me invadían las preguntas, las dudas, llegó el momento de decidir cómo iba a hacerlo, sobre qué iba a hablar…dude hasta de cómo iba a llamarse el blog. Pero visto que no había escapatoria, me puse manos a la obra y tras sus explicaciones y la ayuda de los compañeros conseguí ir dándole forma, comencé con lo básico: decidir el nombre y elegir la imagen que tendría la portada del blog. Después fui poniendo un fondo, cambiándole el color y el estilo a la letra…y este más o menos es el resultado de una mañana de trabajo intenso.

Finalizamos la clase con una sesión de relajación, unos 10 minutos aproximadamente, que nos sirvió para despejar la mente, tras un intenso día en frente de la pantalla del ordenador. Consistió en cerrar los ojos y escuchar la música que sonaba. Es realmente eficaz, ¡Probadlo!